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lunes, 31 de diciembre de 2012

EJEMPLOS QUE ME DUELEN EN EL CORAZON!






Si un lastre hemos heredado de estas tres décadas de autonomía ‘a la española’ es la clase política derivada de la misma. No es que la imposición del mediocre estatuto de autonomía por la vía 143 haya aportado beneficios frente a la centralización franquista, pero los datos están ahí. El diseño, gestión y control de este nuevo modelo para Canarias ha estado en manos de los de siempre; Madrid y sus centinelas en el Archipiélago, con la inestimable colaboración, por supuesto, de las casta caciquil y parasitaria insular. De esta manera se explica toda una generación de presidentes del Gobierno de Canarias tan españolistas y serviles como Jerónimo Saavedra, el gallego Lorenzo Olarte, el español Manuel HermosoRomán RodríguezAdán Martín y quizás el más timorato y absurdo de todos; Paulino Rivero.

En el caso de Rivero y más que ningún otro salta a la vista su limitado alcance intelectual y político, su escasa personalidad y nulo carisma. Una figura realmente nominal, un machanguillo manejable por el cacicato insular y el aparato de la dependencia. Estos días se publica esta imagen de su mansión en El Sauzal (Tenerife) que pronto será finalizada dando un ejemplo inmejorable de auteridad "ejemplo para España". Es así como premian el los caciques insularistas los servicios prestados de su marioneta. 

LA RAZA GUANCHE



(Resumen) La raza guanche nunca se extinguió. 
Hoy perdura mayoritariamente entre los actuales canarios. 
Clasificaciones imperiales y correlatos identitarios de la raciología en Canarias
FERNANDO ESTÉVEZ GONZÁLEZ 
UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA
En uno de los libros de divulgación más populares en las Islas a lo largo de las dos últimas décadas, Natura y Cultura de las Islas Canarias (1977), figura una relación de las que serían las características distintivas de los guanches:
1. Dispuestos desde el primer momento a la amistad; 2. Patriotas y valientes hasta morir; 3. Enemigos de la crueldad; 4. Generosos con el perdón; 5. Insospechadamente explosivos; 6. Sociables y prudentes; y, finalmente, 7. Deficientemente solidarios. Más genéricamente, el guanche «Físicamente: es guapo, robusto, fuerte y ágil. Mentalmente: es inteligente e ingenioso. Caracterialmente: es valiente, bondadoso, acogedor, generoso, pacífico, amante de la patria, sentimental, sociable y prudente. En el aspecto negativo: la suspicacia, la inconstancia o dejadez y la falta de solidaridad».
Este es uno de los retratos más extendidos del guanche, tanto en la literatura académica como en la cultura popular. Si la biología aplicó las taxonomías raciales para clasificar las poblaciones agrupados por sus características físicas hereditarias, la psicología intentó por su parte establecer tipologías caracteriológicas, ya con una larga tradición, que han dado lugar a un sinfín de arquetipos y estereotipos étnicos y nacionales. Sus resultados han sido más bien pobres, pero ello tampoco ha mermado su eficacia social a la hora de clasificar y marcar a los «otros». No nos podemos detener aquí en una evaluación de las aportaciones a este terreno. Pero si la psicología ha mostrado tener serias dificultades para establecer perfiles psicológico-sociales en una población actual, se nos antoja realmente extraordinario el ejercicio de obtenerlos de unos pueblos de los que sólo se disponía de relatos que, por lo demás, generalmente no provenían de observaciones sincrónicas.
Pero es sin duda Berthelot, a comienzos del siglo XIX, el que nos ofrece la imagen más completa del guanche y que, en nuestra opinión, es el modelo del que parten todas las posteriores. Sin embargo, Berthelot realiza su retrato del guanche bajo presupuestos completamente distintos a los de Viera. La más importante novedad que Berthelot introduce, precisamente, es una refutación de la tesis de Viera. El guanche no ha muerto, es más, ha pervivido constituyendo la mayoría de la población de las Islas. Este descubrimiento de Berthelot ha pasado por ser su contribución más notoria. Sin embargo, ni por su propia metodología de investigación ni por su recopilación de datos, tal descubrimiento se puede calificar de original. Fue el resultado de la aplicación fiel de los principios teóricos de la raciología, del único e incuestionado paradigma antropológico durante todo el siglo XIX. Y Berthelot no fue precisamente su inventor. De entre otros, estos principios los tomó de William F. Edwards. El fundador de la Sociedad de Etnología de París, apuntó el que sería, con ligeras modificaciones, el principio básico de la raciología. «Los principales caracteres físicos de un pueblo pueden conservarse a través de una larga serie de siglos en una gran parte de la población, a pesar de la influencia del clima, de la mezcla de razas, de las invasiones extranjeras y de los progresos de la civilización. Debemos, pues, esperar encontrar entre las naciones modernas, con algunas ligeras variaciones y en una proporción más o menos grande, los rasgos que los distinguían en la época en que la historia nos enseña a conocerlos» (en Los caracteres fisiológicos de las razas humanas, considerados en su relación con la historia, cit. en Berthelot 1841).


miércoles, 26 de diciembre de 2012

TANAUSÚ








Tanausú o Atanausu (muerto en 1493) fue el rey benahoarita de Aceró, uno los doce bandos segmentarios en los que se dividía la isla de La PalmaIslas Canarias (España), en el periodo anterior a la conquista castellana. Su nombre podría traducirse por «El obstinado» [1]. Debido a que «ta» en bereber indica género femenino, probablemente el nombre verdadero sería Aktanasut, pero al ser transcrito al castellano derivó en Tanausú.
Pese a que la isla de la Palma (probablemente llamada Benahoare por los auaritas, los antiguos habitantes de la isla) había ofrecido una gran resistencia a las incursiones europeas e intentos de conquista anteriores, cuando Alonso Fernández de Lugo emprende la conquista en 1492 no encontrará apenas resistencia por parte de la población local. La conquista se realizará mediande pactos con los jefes de los distintos bandos o tribus segmentarias de la isla, encontrando tan sólo oposición en Tigalate y Aceró.
El bando de Aceró, que se dice que podría significar «fuerte» en guanche, corresponde al territorio de la Caldera de Taburiente, cuya accesiblidad ofrece grandes dificultades. En este lugar Tanausú liderará la resistencia a la penetración castellana siendo el último caudillo de La Palma en someterse a las tropas castellanas dirigidas por Alonso Fernández de Lugo. Los castellanos habían fallado dos veces en sus intentos de penetrar en la región de la Caldera.
Viendo la imposiblidad de penetrar en la Caldera y de realizar una conquista militar de este territorio, Alonso Fernández de Lugo recurre al engaño, y convoca a Tanausú a una reunión en el paso de Adamacansis para tratar la paz a través de Juan de Palma, un familiar de Tanausú que se había convertido al cristianismo. Cuando Tanausú acude a dicha reunión acompañado de sus hombres se ve envuelto en una emboscada en la cual es apresado.
Ya capturado, Tanausú es conducido en barco a la Península Ibérica, pero durante el trayecto se niega a comer gritando vacaguaré ("quiero morir") dejándose morir de hambre.
Otros momentos de la vida de Tanausú, que conocemos por la historiografía y por la tradición oral, son sus enfrentamientos con su tío Atogmatoma, rey de Tijarafe, al que acabó venciendo gracias a la ayuda de sus parientes. Según la leyenda, una historia de amor le unió a Acerina, la que sería su mujer y que acabó eligiéndolo en vez de a su primo Mayantigo, en el llano de Taburiente, dentro de la Caldera del mismo nombre. Acerina llegó a amar tanto a Tanausú, que se dejó morir encuevada, según recoge la tradición oral, al más puro estilo de los antiguos palmeros.
El investigador Harald Braem escribió un libro llamado Tanausu, der letzte König der Kanaren (Tanausú, el último rey de las Canarias), si bien se trata de una novela que ha de ser tomada como obra literaria, no historiográfica.

jueves, 20 de diciembre de 2012


El Árbol Garoé "Mimerahaná, ziná zinuhá, ahemen aten haran hua, zu Agarfú finere nuzá."


El Árbol Garoé

-"No hay más agua en la isla que la que destila El Garoé."
 Así habló el bravo Erese en la asamblea. 
Tenesedra, su mujer, continuó relatando el plan:
 -"Si lográramos ocultarlo recubriendo sus ramas,
 la sed obligaría a los extranjeros a marcharse."

Los extranjeros, al mando de Juan de Bethencourt,
 habían arribado a la playa de Tecorone una mañana de estío
, desplegadas las velas de sus embarcaciones
 semejando casa blancas en el mar. Cuando Armiche,
 rey de la isla del Hierro, vio balancearse sobre las aguas los navíos
, recordó el antiguo oráculo de Yoñe el agorero:
 -"Sólo bienes y beneficios traerán los extranjeros,
 emisarios de Eraoranhan el dios."


Al desembarcar, Juan de Bethencourt envió un mensaje a
 Armiche para que le transmitiera palabras de protección y
 amistad. Aquel mensajero era Augeron, el hermano del monarca
 herreño, que cayó años atrás en manos de aragoneses, fue luego a poder del rey de Castilla y 
de él pasó a servir a Bethencourt. Apenas se dio a conocer Augeron a su hermano y 
le declaró su comisión, Armiche, acompañado de ciento once isleños, vino a rendirse y 
dar muestras de vasallaje al conquistador francés. Mas Erese y Tenesedra, su mujer, y
 el valiente Guasaguar, y el osado Tincos, y un grupo de fieles amigos no aceptan la
 sumisión y quieren seguir siendo dueños de su destino. Por eso se han reunido.
 Por eso cavilan la mejor manera de combatir y rechazar a los invasores: 
-"Tenemos que ocultar el Árbol Santo. No hay más agua en la isla que la que destila El Garoé."







Era El Garoé único en su especie, sin que hubiera otro árbol semejante en la isla. 
El tronco tenía de circuito y grosor doce palmos, su ancho sumaba cuatro 
y el alto cuarenta desde el pie a la mayor altura. Ciento veinte pies de torno
 contaba la copa en redondo. Las ramas muy extendidas y coposas, muy 
elevadas de la tierra. su fruta, como bellota con su capillo y fruto como piñón,
 gustoso al comer, aromático, aunque más blando.
Jamás perdía El Garoé la hoja, similar a la hoja del laurel, aunque más grande y ancha
 y encorvada, con verdor perpetuo. Y jamás perdía la hoja porque en cuanto se secaba caía pronto
 quedando siempre la verde. Abrazada al Árbol Santo estaba una zarza que cogía
 y cerraba muchas de sus ramas. Se hallaba emplazado en el lugar y término al que
 denominaban Tigulahe que era una cañada que iba por un valle arriba desde el mar
 a un frontón de risco. Sano, entero y fresco durante años, las hojas de El Garoé
 destilaban tanta y tan continua agua que bastaba para dar de beber a la isla toda
. Más de veinte botas de su agua se recogían cada día.


Y es que todas la mañanas se levantaba del mar una nube o niebla de la más cerca del valle que 
subía con el viento sur o levante la cañada arriba hasta dar en el fontón del risco.
 Y como se hallaba allí El Garoé, árbol espeso de muchas y anchas hojas, la nube o 
niebla se asentaba en él y él la recogía y se iba deshaciendo y destilaba el agua.
 De aquella fuente prodigiosa proveía la naturaleza a los herreños frente 
a la sequedad de la tierra: -"Apresurémonos pues a cubrir el Árbol Santo."


Concluyó así la reunión y se aprestaron a llevar a cabo lo acordado. También Agarfa,
 la de esbelto cuerpo y labios de corinto, colaboró en la faena. El osado Tincos,
 distinguido en las luchas contra los piratas que arribaban al Hierro para capturar isleños y
 venderlos como esclavos, amaba a Agarfa intensamente. Mas ella no le correspondía. 
Cuando se dejaba vencer por la pesadumbre, desganado e inapetente,
 Tincos pasaba largos ratos sin comer. Y exclamaba suspirando a quienes
 para evitarledaño intentaban que probase alimento:
 -"Mimerahaná, ziná zinuhá, ahemen aten
 haran hua, zu Agarfú finere nuzá."
 (¿Qué traes? ¿Qué llevas ahí? Pero ¿qué importa la leche,
 el agua y el pan si Agarfa no quiere mirarme?).



Pero ahora Tincos no cede a la melancolía porque siente 
próximos los labios de corinto y el esbelto cuerpo de 
Agarfa. La ve moverse entre los otros, hermosa, volcada 
en la tarea. Se ocupan de transportar y distribuir gánigos 
llenos del agua del Árbol Santo de la que harán 
provisión en sus moradas. En la cañada de Tigulahe, El 
Garoé ya ha quedado oculto a las miradas: -"Si alguien 
descubre el secreto pagará con la muerte."


Insistentemente los hombres de Juan de Bethencourt indagaban el cielo con la esperanza de ver llegar la lluvia sobre ellos. Sólo el sol respondía a sus miradas. La sed comenzó a pesar en sus ánimos. Habían agotado ya las reservas de
 agua que trajeron en sus naves. Luego buscaron por todos los rincones 
de la isla algún arroyo, alguna fuente, charca, manantial o estanque,
 algún signo que les revelara dónde o qué bebían los isleños.

-"Sólo bebemos el agua de la lluvia."
-"¿Y cuándo no llegan las lluvias?"
-"Aguardamos."
-"¿Y si siguen sin llegar?"
-"Seguimos aguardando."


Mas recelaron que algún misterio había en aquel vivir sin beber y 
extremaron sus interrogatorios y fueron más meticulosas las 
expediciones en pos de encontrar algún manantial de agua viva.
 sin embargo, nada hallaron. Con una de aquellas expediciones
 fue a tropezar un día Agarfa, la de esbelto cuerpo y labios
 de corinto. Y fue a enamorarse de un soldado andaluz que
 en ella iba y ante quien notó latir con vivo impulso la sangre 
avivándole el cuerpo como en un estremecimiento.
 No tardó Agarafa en entregársele. No tardó en descubrirle 
el secreto de las aguas de El Garoé. Así saciaron su sed los invasores.

La noticia de la traición de Agarfa se propagó como una tormenta de milanos. Erese y 
Tenesedra, Guarsaguar y los otros buscaron vengarse de quien les había dejado a
 merced del enemigo. Pero Tincos les contiene. Quiere ser él, por su propia mano, 
el que castigue la culpa. Los otros acceden, tanta es la cólera y la fiereza del antiguo
 enamorado de Agarfa. Y mientras recorre la isla para dar con el escondite donde
 huyó a refugiarse la mujer, Tincos siente que, más que el que haya revelado 
el secreto de El Garoé, le pena y le quebranta el imaginar los labios y el cuerpo
 de Agarfa poseídos por los labios y el cuerpo del otro hombre.

En eso pensaba cuando, implacable, clavó su afilado venode en el pecho de Agarfa: 
en su cuerpo esbelto y en sus labios de corinto. En eso pensaba cuando los guirres
 volaban por los alrededores de Tigulahe sobre El Garoé presagiando horas aciagas antes
 de que Armiche y los suyos fueran tomados como esclavos, antes de que las cenizas de
 Yoñe el agorero fueran apedreadas y se esparcieran en el olvido.

ICHASAGUA. EL ÚLTIMO MENCEY DE CANARIAS.



ICHASAGUA. EL ÚLTIMO MENCEY DE CANARIAS.




Ichasagua


Ichasagua fue el penúltimo mencey guanche de Tenerife (Islas Canarias), cuyo nombramiento se produjo en 1502,
 bajo un intento de recuperar el maneceyato de Adeje tras la conquista castellana. Tras esto, él lideró una rebelión
 de alzados contra los castellanos cuando estos trataron de volver a invadir el Menceyato de Adeje, habiendo
 destacado anteriormente, a fines del siglo XV, en su lucha contra los castellanos, usando su conocimiento
 sobre las las tácticas castellanas durante la conquista.

[editar]
El Mencey Ichasagua nació en la segunda mitad del siglo XV en
 Adeje.

 A la llegada de los castellanos a la isla, conoció sus tácticas militares. 

Por eso atacaba los asentamientos de los colonos y asaltaba los rebaños de ganados,

 recuperando así, parte de los que habían robado los conquistadores.

 En 1502, Ichasagua fue nombrado mencey de Adeje por el Gran Tagoror Nacional,

 debido a un intento por parte de los alzados de recuperar el menceyato,

 principal menceyato en la época precolonial y gobernado por Pelinor a la llegada de los españoles.

 La proclamación del Mencey Ichasagua atacó a la sociedad colonial,

 que acababa de ser establecida en la isla. Debido al alcance político de este hecho y en una isla que

, en estos momentos, todavía estaba empezando a ser culturalmente sometida, 

los castellanos deciden invadir el menceyato, por dos lugares diferentes.

 Sin embargo, el Mencey Ichasagua, que ya conocia los métodos de combate de los castellanos,

 ordenó a sus aliados que se distribuyeran por todo Adeje;

 Cuanto los invasores se dividian en columnas los alzados se concentraban y los atacaban juntos.

 Debido a la nueva estrategia que usaba Ichasagua y 

a que muchos de sus aliados tenían armas europeas, 

que habían arrebatado a las tropas castellanas durante sus enfrentamientos

, especialmente en la gran batalla de Acentejo, los combates,

 aunque encarnizados, eran ganados siempre por los guanches

. Estos combates duraron varios meses.

 Las derrotas castellanas producidas por las tácticas guerrilleras de Ichasagua,

 impulsaron a los invasores a cambiar de táctica

, usando el engaño con el que habían ganado las guerras anteriores y 

conquistado Tenerife. Así convencieron a algunos guanches de sus ideas,

 consiguiendo que estos, al relacionarse con los alzados, provocaran la discordia entre los mismos

.Biografía

Por eso, los guanches Pedro de Tacoronte, sus familiares y el príncipe Izora,
 aliados a los castellanos, comenzaron a relacionarse secretamente con algunos alzados de Ichasagua,
 hablándoles de una serie de promesas que habían hecho los conquistadores (los cuales, siguiendo la costumbre,
 nunca cumplirían). Don Pedro de Tacoronte y otros hombres reconocidos
 reunen en el Tagoror a algunos de los alzados en un lugar de Abona que,
 más tarde, recibiría el nombre de Los Parlamentos.
 Los invasores negociaron la paz basándose en las mismas condiciones que en el tratado de Los Realejos. Estas proposiciones de paz fueron aceptadas por algunos de los alzados.
Tras esto, la asamblea se dirigió hacía
 El Llano del Rey [ al píe del actual pueblo de Arona, 
el cual hasta fines del siglo XVIII en los documentos oficiales se cita como
 El Llano del Rey Ichasagua]. Cuando llegó la comitiva ante el Mencey,
 este estaba rodeado de algunos de sus consejeros. Cuando el infante Izora 
se acercó a él y le habló de las proposiciones de paz, el Mencey,
 no pudiendo asumir la conquista de su tierra, la de Adeje, ni la traición de algunos de sus aliados,
 sacó un puñal que tenía guardado en el cinto y, sin mediar palabra,
 se lo hundió en el pecho. Así, al igual que sus ancestros, para los que el honor parecía serlo todo,
 y sin responder a las propuestas de los españoles,
 mediante el suicidio ritual murió el penúltimo Mencey Guanche.
 Tras el fallecimiento del Mencey Ichasagua, 
algunos de los alzados aceptaron las paces de los castellanos y
 arrastraron consigo a muchos de los alzados.1

[editar]Familia

Se sabe poco de su familia. Si bien si se le conocen algunos descendientes lejanos del siglo XVI.
 El miembro más lejano que se conozca de esta familia es Juan García Chasagua, 
que nació a finales del siglo XVI. Se sabe que este se casó con María de las Nieves,
 y que, tras morirse esta, se casó con Isabel María. Juan García Chasagua y
 María de las Nieves tuvieron, al menos, tres hijos: Salvador García Chasagua
, María García Chasagua y Juana García Chasagua.1
 No existe ni un solo documento en Canarias donde este nombre este registrado.
 Ademas, la leyenda lo toma por un alzado, no mencey

[editar]Curiosidades

  • El Llano del Rey, en Costa Adeje, fue conocida hasta finales del siglo XVIII 
  • en los documentos oficiales como El Llano del Rey Ichasagu

miércoles, 19 de diciembre de 2012

‎'' Patria ''

‎'' Patria ''

Nace el nuevo sol
y la tierra sigue 
manando amor,
y sus brazos de paz
hacen patria en cada hogar.

Canarias se hace luz,
cuando nace la flor
en la tierra fecunda,
cuando el niño es feliz
y los hombres caminan libres,
y tu canto de amor
brotará en el mar,
hermanado a los pueblos del mundo.

Levanta tu símbolo al sol,
que nació con la lucha
de los que te aman.

Todos juntos seremos
la fuerza capaz,
de sentir nuestra tierra nación,
y tu canto de amor
brotará en el mar,
hermanado a los pueblos del mundo.

Luis Morera.

Este canto va dirigido a todos los canarios, que desean que nuestra patria,camine libre y hermanada a los pueblos del mundo. ¡¡ Comencemos ya ¡¡ a sembrar ese futuro ¡¡

BATALLA DE ACENTEJO


La Primera Batalla de Acentejo, conocida también como La Matanza de Acentejo, fue una batalla que se produjo durante laconquista de la isla de Tenerife, en el Barranco de Acentejo en el año 1494. aunque su fecha no puede atribuirse con exactitud, se estima que pudo haber ocurrido en mayo. Esta batalla da lugar al nombre del municipio homónimo en el norte de Tenerife, el cual, a su entrada, tiene un mural conmemorativo de este episodio. Es considerada como uno de los episodios más importantes de la Historia de Canarias, especialmente, por ser la principal derrota del ejército castellano durante la Conquista de Canarias en el siglo XV.

Desarrollo de la batalla
Tras la conquista de la isla de La Palma en 1493, todas las islas del archipiélago quedaron bajo mando castellano, a excepción de la isla de Tenerife, que seguía controlada por los guanches. Las tropas castellanas se internaron en Tenerife para poder tener el control de todas las islas, pero se encontraron con una resistencia mayor de la esperada. La contienda enfrentó, por una parte, a los aborígenes de la isla de Tenerife, capitaneados por el Mencey de TaoroBencomo, asistido por su hermano Chimenchia, y, por otra parte, al ejército castellano, en el cual también se integraron aborígenes de la propia isla (Menceyato de Güímar) como de otras (Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria), capitaneados por Alonso Fernández de Lugo.

[editar]

El ejército castellano se adentró desde el campamento en el territorio de Taoro, se apoderó de animales que pastaban por la zona y, confiándose al no encontrar presencia de los guanches, emprendió el camino de regreso. Por otra parte, el ejército aborigen los vigilaba y seguía por el monte para esperar la oportunidad de tenderles una emboscada, lo que se produjo en el barranco de Acentejo. Éste era un lugar de monte, con una cuesta hacia arriba con presencia de matorrales y arbustos, presentando una desventaja táctica a los jinetes castellanos, y, al mismo tiempo, una ventaja a los aborígenes de Tenerife, ya que eran oriundos de esta zona.
El desenlace de la batalla se salvó como una victoria de los aborígenes tinerfeños, utilizando como armas principalmente las pedradas y los bastonazos, frente a un ejército castellano tecnológicamente superior, obligando a los soldados castellanos supervivientes a retirarse a su campamento en Añazo (actualmente en Santa Cruz de Tenerife). Se dice que el pueblo de La Esperanza tiene ese nombre debido a la esperanza de salvación de los castellanos tras la huida de la batalla, al divisar desde esa zona montañosa el campamento en la costa.
El propio Alonso Fernández de Lugo salió malherido, pero pudo salvar su vida gracias a la ayuda de Pedro Benítez el Tuerto.

[editar]Historia del héroe Mananidra

En una relación anónima datada en los siglos XVII ó XVIII aparece recogida una historia que narra otro suceso acaecido tras la Primera Batalla de Acentejo: un grupo de aborígenes de Gran Canaria que lucharon junto a las castellanos se vieron obligados a refugiarse en una peña dentro del mar, a la que llegaron a nado, para huír de sus perseguidores guanches. Durante el pequeño trayecto a nado varios hombres fueron atacados por un tiburón, que mató a algunos de ellos. Tras dos días de espera en dicha roca su capitán, llamado Mananidra, decidió tirarse al mar con un cuchillo como arma con el fin de acabar con el tiburón y permitir el regreso a tierra de sus compañeros. Tras protegerse los brazos con una capa y unos pellejos enrollados se lanzó al mar y cuando el tiburón le atacó le hirió en el vientre varias veces hasta matarlo1 

Roque Idafe


El Roque Idafe se encuentra situado en la Caldera de Taburiente sobre el cruce de los barrancos del Almendro Amargo y El Limonero. Puede contemplarse desde el camino que recorre el Barranco de Las Angustias en ascenso hacia la zona de acampada de Taburiente.
Fue declarado Monumento Natural por la Ley 12/1994, de 19 de diciembre, de Espacios Naturales de Canarias1 .
Se trata de un roque fonolítico visualmente relevante en cuanto a forma, altura y situación respecto a su entorno inmediato, de gran belleza paisajística. Alberga poblaciones de especies catalogadas como amenazadas, entre otras Aeonium nobile, de interés especial, o Pipistrellus maderensis, vulnerable.
Los auaritas (aborígenes canarios de la isla de La Palma), veneraban a dicho roque, considerándolo sustentador del cielo, y creían que si se derrumbaba traería consigo grandes desgracias. Por ello realizaban ofrendas con asaduras de animales mientras entonban: Iguida iguan Idafe? (¿Dicén qué caerá el Idafe?), a lo que otro respondía Que guerte iguan taro (Dale lo que traes y no caerá).

Princesa Acerina


Acerina es un nombre propio femenino antropónimo de La Palma atribuido a la esposa de Tanausú,
 conocido como el último rey de esta isla del archipiélago canario.
 En Teberite (diccionario de la lengua aborigen canaria) de Francisco Navarro Artiles
 se dice «Nombre de la mujer del mencey Tanausú».
 Dominik Josef Wölfel en Monumenta Linguae Canariae cita «Acerina, nombre propio de mujer, La Palma».
La tradición oral palmera habla de la leyenda de Vacaguaré que significa «quiero morir»
. En ella, el mencey de Aceró, Tanausú, y el mencey de AridaneMayantigo
luchan por el amor de la doncella Acerina «la más hermosa doncella de La Palma,
negros sus ojos como una sima en la que abismarse, sus labios ascuas donde avivar el fuego».
Acerina detiene el duelo entre los amantes: «En uno de los dos está mi vida y no tienen ningún derecho sobre ella.
 Juren ante el Idafe que nunca ninguno volverá a empuñar el tafrique contra el otro.»
 Ante el roque sagrado para los aborígenes palmeros situado en el interior de la Caldera de Taburiente,
 lugar de ofrendas y sacrificios, los amantes juraron acatar la decisión de la doncella y
ella juró ante el Idafe que entregaba su amor a Tanausú.
Esta leyenda se sitúa durante los años de la conquista castellana a la isla de La Palma en 1493,
 bajo el mando de Alonso Fernández de Lugo. Debido a las condiciones geográficas del menceyato de Aceró
, dentro de la Caldera de Taburiente que sólo era accesible por Axerjo (actualmente, el Barranco de las Angustias
), Aceró era el único reino aún no tomado por los castellanos y Tanausú el último mencey libre de La Palma.
 Se dice que el mismo día que se celebraba la unión entre Tanausú y Acerina, el conquistador
 Fernández de Lugo propuso una tregua con el mencey, a través de un mensaje enviado con Juan de Palma,
un isleño que servía a los conquistadores y hacía de intérprete y espía.
 A partir de aquí, existen dos versiones que difieren sobre los acontecimientos.
 La primera habla de la credulidad de Tanausú, quien se vio sorprendido por una traición de los conquistadores.
 La otra, dice que Tanausú conocía su suerte y que accedió a hablar con
 Fernández de Lugo aún en contra del consejo de los miembros de su tribu.
 El resultado en todas las versiones conocidas es el mismo. La trampa tuvo el resultado esperado;
 a una señal del conquistador las tropas castellanas, escondidas en el barranco,
 atacaron a los aborígenes y masacraron a los guerreros que acompañaban al mencey y
 convirtieron en prisionero a Tanausú.
Cuando se sintió sometido el mencey caído gritó Vacaguaré, mientras lo conducían a bordo del navío
 que lo llevaría a Castilla como esclavo. Durante la larga travesía se negó a probar alimento y
 no dijo jamás nada más que aquella terrible palabra: Vacaguaré. El mar fue su tumba.
Al conocer el trágico final del mencey, Acerina quiso compartir el destino de su amado y
pidió a Mayantigo que la encerrara en una de las múltiples cuevas que los aborígenes guanches
 utilizaban como tumbas. Allí, arropada con pieles de cabra, leche y miel terminó su vida,
 pero no la leyenda, según algunos relatos, entre ellos el citado de Secundino Delgado.
Se dice que Mayantigo esperó a que la princesa muriera para encerrarse
 él también en aquella cueva y cumplir los augurios de los adivinos que predecían que Mayantigo y
Acerina compartirían un hogar.

martes, 18 de diciembre de 2012

A Valentina la de Sabinosa.

A Valentina la de Sabinosa.


En la fuente esta tu canto
donde es limpia la palabra. 

Y la tierra cuando pasas
va heredando tu garganta.

Como brotan nuevas ramas 
en tus campos Sabinosa.

Es el árbol de tu canto
que hace patria entre los hombres.

Luis Morera.

¡¡Ahora es el momento de reencontrarnos con nuestra identidad,debilitada por los representantes políticos y darle el testigo de nuestros valores, a las generaciones venideras, y construir una Patria limpia, de tanta mentira.