Tanausú o Atanausu (muerto en 1493) fue el rey benahoarita de Aceró, uno los doce bandos segmentarios en los que se dividía la isla de La Palma, Islas Canarias (España), en el periodo anterior a la conquista castellana. Su nombre podría traducirse por «El obstinado» [1]. Debido a que «ta» en bereber indica género femenino, probablemente el nombre verdadero sería Aktanasut, pero al ser transcrito al castellano derivó en Tanausú.
Pese a que la isla de la Palma (probablemente llamada Benahoare por los auaritas, los antiguos habitantes de la isla) había ofrecido una gran resistencia a las incursiones europeas e intentos de conquista anteriores, cuando Alonso Fernández de Lugo emprende la conquista en 1492 no encontrará apenas resistencia por parte de la población local. La conquista se realizará mediande pactos con los jefes de los distintos bandos o tribus segmentarias de la isla, encontrando tan sólo oposición en Tigalate y Aceró.
El bando de Aceró, que se dice que podría significar «fuerte» en guanche, corresponde al territorio de la Caldera de Taburiente, cuya accesiblidad ofrece grandes dificultades. En este lugar Tanausú liderará la resistencia a la penetración castellana siendo el último caudillo de La Palma en someterse a las tropas castellanas dirigidas por Alonso Fernández de Lugo. Los castellanos habían fallado dos veces en sus intentos de penetrar en la región de la Caldera.
Viendo la imposiblidad de penetrar en la Caldera y de realizar una conquista militar de este territorio, Alonso Fernández de Lugo recurre al engaño, y convoca a Tanausú a una reunión en el paso de Adamacansis para tratar la paz a través de Juan de Palma, un familiar de Tanausú que se había convertido al cristianismo. Cuando Tanausú acude a dicha reunión acompañado de sus hombres se ve envuelto en una emboscada en la cual es apresado.
Ya capturado, Tanausú es conducido en barco a la Península Ibérica, pero durante el trayecto se niega a comer gritando vacaguaré ("quiero morir") dejándose morir de hambre.
Otros momentos de la vida de Tanausú, que conocemos por la historiografía y por la tradición oral, son sus enfrentamientos con su tío Atogmatoma, rey de Tijarafe, al que acabó venciendo gracias a la ayuda de sus parientes. Según la leyenda, una historia de amor le unió a Acerina, la que sería su mujer y que acabó eligiéndolo en vez de a su primo Mayantigo, en el llano de Taburiente, dentro de la Caldera del mismo nombre. Acerina llegó a amar tanto a Tanausú, que se dejó morir encuevada, según recoge la tradición oral, al más puro estilo de los antiguos palmeros.
El investigador Harald Braem escribió un libro llamado Tanausu, der letzte König der Kanaren (Tanausú, el último rey de las Canarias), si bien se trata de una novela que ha de ser tomada como obra literaria, no historiográfica.
En “ArtyHum” (Revista Digital de Artes y Humanidades) número 19, diciembre 2015 (páginas 89 a 97) http://artyhum.com/revista/19/#/90
ResponderEliminar“Poesía y canciones abrazadas al espíritu de pueblos originarios”.
Una pareja de enamorados, un pueblo que fue perdiendo gran parte de su historia en la pluma de sus vencedores y una niña cuya alma descansa finalmente en la tierra de sus antepasados.
Nota de Jorge Eduardo Padula Perkins sobre el origen y el destino de algunos de sus propios versos.